sábado, 3 de marzo de 2012

Hace unos días, soñé con tu visita.
Fue hermoso, y fui feliz por el tiempo que duran un par de minutos. Lo triste fue despertarme, y como en todo lindo sueño, caer en la realidad de que sólo era mi imaginación.
Bueno, en mi sueño no estabas sola, venías acompañada de un anciano de aspecto inocente y ojos ciegos. Recuerdo que hablé con él, cumplí con mi deseo de conocerlo. Me enseñó algunas frases en Mapuche, las cuales yo anoté y repetí con entusiasmo, como lo haría hoy mismo si tuviera la posibilidad.
Te mostré, que todavía conservo tu anillo, y te dije que pensaba tenerlo conmigo por el resto de mi vida. Eso no fue frágil, mis palabras fueron verdaderas.
No quisiera haberme despertado enseguida, y me gustaría recordar más de esta ilusión, pero hasta acá soy consciente.
Te extraño. Me pongo a pensar las cosas y no entiendo por qué tenés que estar tan lejos mío por tanto tiempo, y cuando te tengo cerca, el tiempo tiene que pasar volando. Quiero asegurarme que voy a tenerte conmigo mucho tiempo, mas ni siquiera sé si voy a verte este año. Quiero decirte muchas cosas, ahora que aprendí a valorar en vida.


No puedo negar ningún tipo de parentesco, mi nariz me delata.
Te amo abuelita.



























Aquél viejito de apariencia dulce y ojitos ciegos, no me puedo equivocar, eras vos.
Sangre
Liuman, sangre Mapuche.
Que descanses en paz, hubiera amado poder conocerte a vos y a mi bisabuela,
pero el único recuerdo que me llevo de ustedes, es aquél de cuando yo era
chica y ustedes ya viejitos, repetías el nombre de mi hermano, que
también es el tuyo. "Valentín" "Valentín" Y Valentín se asustaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Acá podes dejar tu comentario,Esultranza.blogspot.com (: